Madrugada (Escrito Automático)

Es madrugada en mi sangre.  Es el despertar bajo una piel que no me pertenece. Es la rutina. Saber que no saldrá el sol en la mañana no alivia las ansias de arrojas estas manos a la tumba de los días.  Es el perpetuo desvelo hecho nombre quien me empuja hacia la fisura en la pared. Es una libertad hecha chiste. Un chiste hecho abrazo. Un abrazo que me aleja y siempre dice adiós. Y qué digo yo al intentar decirte. Y qué digo yo que no hayan dicho ya de tus ojos, de la muerte. Es el señor que me sigue esquina a esquina, desde que nací, con sus fríos ojos huecos. Es en ese lugar donde encuentro cobijo, calidez, certeza; el único refugio que ofrece la noche. Es madrugada en mi sangre y un espejo en mil pedazos que no para de caer.