En varias zonas del planeta 3, donde la biomasa es muy concentrada, existen grandes cultos de adoradores autómatas que se congregan diariamente a rezar a los pies de una curiosa montaña. La llaman “Montaña del Saber”, y esta tiene sus horarios y ritos particulares. Se suele adorarla mientras se comen los alimentos, a veces solo o acompañado en familia cuando se terminó el tiempo de las tortuosas obligaciones y también en cualquier otra situación que los encuentre cerca de ellas a la pasada.
Los fieles usan sus energías de fijación visual y silencio total en conjunto, para obtener con claridad absoluta las visiones y conocimientos de los “Amos del Espacio-Tiempo”. Estos son seres elegidos por la sabiduría de la montaña en la que viven meditando, donde se encuentra la fuente de poder que les da las visiones de lo que pasó, pasa y pasará en la historia. Ellos están especialmente dotados para dar discursos simples y concretos, y a veces, proclamar con total solemnidad la verdad última del universo. Nadie más allá de ellos se les permite el ingreso a la fuente de poder de la montaña, al parecer, ni siquiera ellos conocen a ciencia cierta de dónde provienen estas curiosas fuerzas de la naturaleza. Sus métodos y formas de actuar, aunque misteriosas, mágicas y polémicas (como sacrificios, entrega de riquezas, pactos con entidades ocultas) están probadas de ser altamente fiables y son incuestionables, ya que dieron conocimiento, abundancia y justicia a los fieles que los adoraron a través de los años.
Existen muchas Montañas del Saber en el planeta, algunas más grandes, robustas, y bellas que otras. Ciertas Montañas del Saber tienen fama de ser las más antiguas, ancestrales y poderosas. Algunas son pequeñas e infames, y viven a la sombra de otras en la zona de cordillera. Entre ellas se compite por ver quien es la que mayor cantidad de fieles que tiene, porque es así como los Amos del Espacio-Tiempo, ganan mayor status de poder entre ellos. Otra manera de alcanzar más poder es hacer alianzas entre Amos del Espacio-Tiempo, y llegar a visiones más convincentes y poderosas que cautivaran la atención de más adoradores, para así poder nutrirse de sus energías por más tiempo y que sus visiones se hagan más populares.
Cada vez que un Amo del Espacio-Tiempo, desde la cima de la montaña, termina de hacer un comunicado a todos sus fieles, hay gran agitación, revuelo y confusión entre ellos. Se desatan especulaciones, acusaciones y aventuradas hipótesis sobre lo que esta en realidad ocurriendo. El Amo dispone explicaciones extra sobre la visión que tuvo en la montaña, para así poder tranquilizar los ánimos de sus adoradores. Si esto no fuese suficiente, los amos también pueden encomendarles a sus aprendices que vuelvan a repetir y explicar el comunicado, en caso de que no se haya entendido bien. El proceso de entendimiento también puede ser facilitado cuando uno de los fieles (aquellos más fuertes, ricos o reconocidos por sus valientes proezas) acepta como válida y propia la visión que ha dado el amo. Esto suele estimular y tranquilizar a los fieles más sencillos de la multitud. Cuando los adoradores son capaces de transmitir a sus pares la misma visión que tuvo el amo, su trabajo ah terminado por el momento; este amo ya se retira a la montaña a por la próxima visión. A veces ocurre que alguno de la multitud, no queda conforme con las visiones o las explicaciones de un amo y las cuestiona, pero el amo esta a cientos de metros de altura y ni él ni nadie escucha mas que murmullo y griterío, por lo que el mortal, desilusionado, migra a otra montaña. En ella se da cuenta que las visiones de lo Amos del Espacio Tiempo no siempre son iguales, y a veces son totalmente opuestas, por lo que queda extasiado y puede perder la confianza en el poder concreto de las montañas. Estos suelen ser acusados de ateos, locos, herejes, perseguidos o vistos con desprecio por las mayorías creyentes. Por lo que rara vez sus testimonios son escuchados con buena disposición. Algunos, por tratar de desenmascarar la misteriosa fuente de poder de la montaña, murieron en el intento de maneras inexplicables. Llegar a la fuente es cosa de locos dicen… es un terrible pecado, imposible y es mejor ni pensarlo…
