Hoy
Querida mía:
Puedo sentir como te desvaneces. Hace semanas que no se nada de ti, despierto angustiado, dudando y no se de que. Me preocupa que vengan a
buscarte esos malditos grupos de acreedores, los burócratas, la policía... y que
no estés. Querrán explicaciones, pero, ¿qué les digo? ¿Que no se de que hablan?
¿Que no te conozco? ¿Que lo nuestro funciona así? Vivo hablando de ti desde que se de tu existencia, pero siempre en términos generales, universales. Podría llegar a mentir, pero soy muy idiota para eso, de
seguro volverían a los días o semanas con nuevas sospechas. Querrán saber
cuando fue la última vez que te vi, dónde estaba cuando desapareciste, ese tipo
de cosas que preguntan en las películas de detectives, pero que no recuerdo con exactitud. ¿Debería pedir un
abogado y no responder a nada o simplemente hablar? Por favor, ven o llámame, necesito tu ayuda.
P.d: Extraño dormir contigo y despertar con ese susurro automático en mis labios.
Tres meses después
Querida mía:
Las dudas vuelven, vuelven a cada mañana y a veces siento que nombro a otras personas que no conozco en el sueño. Aun así, son idioteces mías nada mas, no me hagas caso. Y como si fuera poco, los malditos policías vinieron a por mi. Te escribo para avisarte que al ver que no contestabas mi carta, no me
quedó más que testificar. Lo primero que dije fue que no sabía de quién me
hablaban, pero esa estrategia fue rápidamente desbaratada: me mostraron una
gran cantidad de textos, conversaciones y mensajes donde hablo de alguien que cuadraría contigo, así que
acepté conocerte. Las fechas de algunas de estas evidencias son previas a la
fecha en la que recuerdo haberte visto por primera vez, en aquel bar céntrico
donde nos embriagamos pasada la medianoche, ¿Recuerdas? ¿Cómo es esto posible? ¿Me engañan?
Esto si que no lo pude aceptar, así que no me quedó más que librarme a la
suerte del juzgado. Si, un juicio esta en marcha contra mi persona por
homicidio múltiple. Aparentemente, otros nombres me incriminan con el posible modus operandi de tu misteriosa desaparición. No puedo creer lo que esta pasando. ¿Por qué a mí?
¿Qué hice? Te necesito...
Algunos años o minutos más tarde
Amor mio:
Se terminó todo. Me han declarado insano y voy rumbo a un manicomio para pasar allí el resto de mi vida. No entiendo qué sucede, no estoy loco, ¿verdad?. Me preguntan por ti, pero hay características físicas que supuestamente no encajan, datos personales que no cierran contigo ni conmigo, sino con otras personas. No se de que va todo esto, y es horrible saber que no es una broma. Afirman que las pruebas hablan
por si mismas al demostrar que en todos los casos fui la última persona con
vida que te contactó a ti y a todas las demás desaparecidas. Durante un
allanamiento, encontraron viejos poemas que escondí debajo de mi cama, que al parecer involucra a cada una de ustedes en situaciones muy comprometedoras. Por Dios, son puras estupideces, no les creas, no hice nada, tu
lo sabes, esos poemas datan de hace más de veinte años, yo no te conocía... esto es ridículo, ¿Por qué no vienes y les dices? Era solo poesía, mi imaginación, meras quimeras de mis sueños puestas en papel, se los juré mil veces. Pero para el Honorable Perito Literario
de la Verdad
estas pruebas eran como cualquier arma de fuego con mis
huellas digitales en la escena del crimen. Se que estas viva, mi vida; se que no estas en esos falsos funerales de estado que los policías se
jactan de haber resuelto, se que estas conmigo y lees mis cartas mas allá de que no me den papel para escribirte, y puedo
escuchar tu presencia aunque tu rostro sea cada vez mas borroso y tu pelo cambie de forma con el viento. Se quien eres, pero te escapas, te escapas de mi. Te dibujo, te escribo, te retrato para poder tener algo con qué cerrar mis párpados. Lamento día y
noche no haberte preguntado jamás tu nombre completo, por favor perdóname por ese falso triunfo, por creer que no lo necesitaba. Hoy lo añoro, lo deseo más que nunca. Lo grabaría en los huesos de este horrible momento, ahora que eres silencio. Quisiera poder tenerlo solo para mi, en su infinita individualidad, para poder repetirlo antes de dormir y mientras sueño, para no olvidarlo jamás, y que cuando despierte, pueda ser lo primero que nombre... pero no puedo, ya no puedo dormir, y temo que te hagas polvo la próxima vez que abra los ojos.
