por la ventana de esta quietud,
que me comienza
me dice
me encuentra,
quemando los mapas
siluetas
quimeras
que habitan las horas.
Te invoco
ausente,
escribo tus ojos en el centro de este poema
ausente,
dibujo un beso tangente al centro de este silencio.
Te aúllo aunque que mi voz se pierda en el viento.
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