bajan los días mis escaleras
y en el living,
unas barajas,
esperan su juego
ante las fábricas de silencio
cierran sus puertas de noche
de mal sueño
de telón muerto
su ceniza no vuelve al tronco
y el destino ha quedado cojo
no recuerdo
cómo pronunciar mi nombre
no recuerdo
la última vez que dormí
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