Vistas de página en total

domingo, 4 de septiembre de 2011

Ocaso (El Otro II)

Entre las horas pasaban los momentos, 
las nubes bailaron desnudas con el viento,
y alguien oculto en ellas,
acorralado,
rendido,
parecía sonreír.
El atardecer dio un último suspiro,
y nos abrazaba con su deseo;
el mundo caía en nuestra piel,
como nieve flamígera,
que se entregaba entera,
a costa de su vida,
a cada instante.
Nos fundimos en pasión,
con la historia,
con lo etéreo,
siendo una efímera canción,
que estaba terminando,
y nadie recordaría.
El sol naufragó en sus ojos,
y la luz estalló en blanco silencio.
Ya no había planes a futuro,
o nuevo amanecer,
y la luz era nuestra.

2 comentarios: